Sí, podemos viajar en el tiempo

Viajar en el tiempo es posible. De hecho ya lo hemos hecho. Varias veces. Solo que tal vez los viajes no parecen lo suficientemente impresionantes como algunos piensan. La cuestión es puramente física.

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En verdad ya lo hemos hecho. Aunque pueda parecer una cuestión típica de las películas de ciencia ficción, y aunque haya quien se eche las manos a la cabeza al leer estas líneas, lo cierto es que es innegable que ya hemos viajado hacia el futuro. Pero, ¿cómo puede ser? ¿Por qué nadie te lo había contado hasta el momento? Bueno, porque tal vez nadie es consciente de ello. O simplemente porque el viaje realizado es tan pequeño que no significa demasiado. En cualquier caso, lo cierto es que viajar en el tiempo puede hacerse. Aunque no queda tan claro en qué dirección.

Viajar en el tiempo hacia el futuro

El viajero más avezado en esto del tiempo no es otro que Serguéi Krikaliov. Sí, el cosmonauta que pasó 803 días en la estación espacial Mir. Y su viaje más largo (probablemente el viaje más largo de toda la humanidad) cuenta con 1/48 segundos hacia el futuro. Pero antes de seguir, es mejor que nos paremos a explicar algunos conceptos necesarios. Esto de los viajes en el tiempo se lo debemos a la relatividad general (un caso de la relatividad especial) que definió Einstein allá a principios del siglo XX. En esta teoría, Einstein explica la relatividad de ciertos conceptos que hasta la fecha eran absolutos. Entre ellos, el espacio y el tiempo.

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Según la formulación, el paso del tiempo depende de la velocidad a la que se mueva un cuerpo. Así, cuanto más rápido sea, más lento transcurrirá el tiempo a su alrededor. Pero no en sí mismo, donde el tiempo transcurrirá normalmente. Esto se ejemplifica muy bien con la conocida parábola de los gemelos. En ella se explica cómo dos gemelos idénticos se separan. Uno de ellos se dirige a un viaje espacial que le llevará a los confines del sistema solar durante varios años viajando a velocidades cercanas a las de la luz. El otro se queda tranquilo en casa. Cuando vuelve el gemelo cosmonauta, se encuentra que mientras que para él han pasado apenas algunos años, para su hermano han sido décadas. Puede, incluso, que toda su familia inmediata hubiera muerto.

Este concepto teórico, que resulta bastante difícil de comprender, en realidad has sido probado en más de una ocasión, incluyendo una prueba realizada con relojes atómicos, ultra precisos. Como vemos, lo que ocurre al final es que el gemelo que viajó al espacio, lo hizo también hacia el futuro. Igualmente le ocurrió a Krikaliov, quién se pasó casi tres años a 27.000 km por hora y viajó al futuro una fracción pequeñísima de tiempo. Pero lo hizo. Porque viajar hacia adelante en el tiempo es solo una cuestión de dinero y técnica. Y es posible.

¿Y viajar al pasado?

Si se puede viajar hacia el futuro, ¿es posible también viajar en el tiempo hacia el pasado? Bueno, según a quién le preguntes. En realidad, tal y como demostró Kurt Gödel tiempo atrás, las leyes físicas no prohíben los viajes hacia el pasado. Es solo que tampoco hemos descubierto que exista tal posibilidad. Para hacerlo, según demostraba con un modelo Gödel, solo haría falta viajar hacia el futuro lo suficiente como para encontrarnos con nuestro pasado. Algo parecido a lo que ocurriría si comenzásemos a recorrer el mundo. Al darle la vuelta llegaríamos al mismo punto e, incluso, volveríamos a recorrer los mismos lugares por los que ya habíamos pasado anteriormente.

Para que esto suceda con el tiempo de nuestro universo, este debería encontrarse en rotación. En tal caso, podrían darse las curvas cerradas, líneas temporales infinitas, como círculos en el tiempo. Los físicos han descrito y descubierto montones de dichas líneas temporales. Pero solo en la teoría. Hasta el momento nadie ha conseguido viajar hacia atrás en el tiempo. Ni lo más mínimo. Gödel tampoco consiguió demostrar que el universo está en rotación, una premisa necesaria. Ahora, si algún día lo consiguiésemos, esto no significaría que estuviésemos violando las leyes físicas que conocemos, ni mucho menos. Lo que incomodaba profundamente a Einstein.

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Ahora, en base a este aspecto, viajar hacia el pasado "dando la vuelta" no es práctico ni cómodo. Para poder hacerlo deberíamos usar un atajo. ¿Y cuál sería este? Aquí los físicos se desviven en intensos debates entre los defensores y los detractores de viajar en el tiempo. Una opción plausible sería una singularidad. Como un agujero de gusano. Una singularidad es un evento cuyas propiedades físicas varían hasta "romper" las leyes físicas que conocemos. En el caso del agujero de gusano, donde dos puntos del espacio pasan a estar alejados una distancia de cero, no solo el transporte espacial sería posible, sino tal vez también el temporal, pues son dos aspectos intrínsecos. En cualquier caso, mientras que viajar hacia el futuro es un hecho, viajar hacia el pasado, curiosamente (y tal vez por suerte) todavía es más propio de la ciencia ficción. Aunque quién sabe lo que ocurrirá más adelante.

Para mas información, visita: https://hipertextual.com/2016/01/viajar-en-el-tiempo.